Minina de Cheshire

"-¿Podría decirme, por favor, por dónde puedo irme de aquí? -Todo depende del sitio adonde quieras ir -contestó el Gato -El sitio me importa poco... -dijo Alicia . -En ese caso, poco importa el camino que tomes... -contestó el Gato.

Alicia en el País de las Maravillas. Lewis Carroll

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jueves, enero 27, 2005

El futuro del mundo pende del aliento de los niños que van a la escuela. TALMUD

Bueno, bueno. Yo pensé que nadie leía mi blog y resulta que tenía configurados los comentarios de modo que sólo los usuarios registrados podían hacer uso de ese servicio. Ahora está todo arreglado, aparentemente, y ya podeis discrepar a gusto.
Estos días he estado buscando información por internet acerca de la revolución en el mundo de la comunicación y he colgado un textito en el foro de la plataforma digital de la USC Universidad de Santiago de Compostela, ahí me estoy doctorando que reproduzco a renglón seguido:

El impacto de esta invención ha sido tremendo. La producción de documentos durante los primeros cincuenta años después de su invención, ha sido, casi con toda seguridad, mayor que en los mil años precedentes.
Nos ha disparado hacia el futuro, además de posibilitar una relación nueva y enriquecedora con el pasado. Ha permitido compartir el conocimiento y trascender el tiempo y el espacio; divulgar la información a una velocidad jamás alcanzada por la humanidad. Este hecho, a su vez, ha ayudado decisivamente a la difusión de todo género de conocimientos, poniendo fin al monopolio de la cultura que ejercían unos pocos, impulsando la enseñanza y haciendo posible la lectura publica de grandes ideas.

Es un refrito de varias cosillas que he encontrado por ahí y que vierto para ver en que medida estamos todos de acuerdo. He pedido al grupo que me comente sus impresiones, pero de momento sigo esperando.
Comenté en un post anterior que los blogs vacios me daban pena. Adriana me ha preguntado si me refería al hecho de escribir o a los compromisos adquiridos con el grupo y me he dado cuenta de que no lo había dejado claro.
Me refería a ámbas, en realidad. Por una parte creo que escribimos poco. Creo que, en buena medida, tenemos miedo a las TIC porque todo queda registrado para siempre El Gran Hermano te vigila, y esa permanencia nos asusta.
No debería.
Si uno está convencido de lo que piensa y lo dice desde la convicción no debe darle miedo decirlo, expresarlo; incluso si está equivocado o con el tiempo cambia de opinión. Es humano errar y sano cambiar de opinión. Es el motor de la evolución de las ideas. Nadie está en posesión del secreto de la verdad ni somos enciclopedias andantes.
Es bastante mezquino aunque todos lo hacemos y por lo tanto todos somos un tanto mezquinos confiar en que las palabras son aire y van al aire y donde dije digo digo Diego. Me parece aterrador que la sociedad actual pueda tolerar grandes dosis de mentira o de medias verdades pero no tolere un solo error o cambio de opinión. ANTES MENTIR QUE DIMITIR. Hablar por hablar, hablar durante horas, pero escribir... ¡para que luego venga un listillo y diseccione lo que has escrito!

También me refería, indirectamente, al compromiso adquirido con los compañeros. Es como acordar que todos nos desnudaremos en público pero que tres o cuatro se quedan mirando mientras los demás cumplimos con nuestra parte del trato. No se trata de si nos cuesta más o menos, se trata de apechugar con los compromisos que uno acepta por activa y por pasiva.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Gracias por permitirnos entrar en tu mundo.
Quizás lo que dices del grupo y los miedos que produce el escribir, tiene relación con la primera parte de tu comentario. También hay que asumir que "nuestro" conocimiento se transforma, cambia, y lo que escribimos en un momento, al poco tiempo ha evolucionado, mutado hacia otras persopectivas, lenta pero ilusionadamente formamos parte activa de esa revolución. Entonces, lo que escribimos tiene ese valor, de ayudar a la producción, de permitir el crecimiento de otros y del propio y de permitirnos asentar lo que estamos pensando en un momento determinado, pero nunca definitivo. Se acabó la época de lo definitivo.
Por otro lado, los compromisos con el grupo y las promesas que se hace uno mismo a la hora de comenzar a participar en un propuesta como la que estamos involucradas es otro aspecto del análisis. Hechos son amores, decía mi madre.
Seguimos pensando
Un abrazo
Adriana

9:55 a. m.  

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