El dolor puede ser la guía
El dolor como guía. El dolor obliga a conectarse con el cuerpo y a no pensar en nada más. Desde luego que la vivencia es subjetiva y muy variable, pero lo cierto es que el dolor puede ser la guía. IBONE OLZA
La Dr. Olza se refiere a los partos en este texto. Que nadie me malinterprete, no es que haya abrazado el masoquismo con entusiarmo. Sencillamente creo que igual que el dolor ayuda a una mujer a encontrar la mejor postura para parir (y ésta nunca es la que médicos y demás especialistas deciden que es mejor), también puede ayudar al ser humano a parir un nuevo día.
Huímos del dolor pero este nos persigue. Cuanto más corremos más se acerca a nosotros. A veces el secreto puede estar en esperar que llegue y escucharle. Si le hacemos caso tal vez (y sólo tal vez) cumpla su función, se acabe y obtengamos algo de provecho. Huyendo sólo conseguiremos retrasar lo inevitable, vivir corriendo, sufrir y sin obtener provecho. El dolor obliga a no pensar en nada más y tan sólo eso, muchas veces, hace desaparecer el dolor.
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